7 am
Después de 10 km por fin llegamos a nuestro primer destino. Estábamos entrando a Kamakura, todo se veía bastante tranquilo puesto que aun era temprano. Nos detuvimos frente a lo que parecía una entrada. Atravesamos la imponente construcción de madera y entramos a una especie de plaza donde al fondo se erigía otro edificio con un gran techo. Para entrar al edificio nos quitamos los zapatos, para pisar el suelo cubierto por *tatami. La luz del interior era tenue, casi toda provenía del exterior, y se sentía una especie de paz. Al fondo de la gran sala a la que habíamos ingresado, se divisaba la escultura de un buda sentado sobre una flor de loto.
Era la tercera vez que visitaba Kamakura, antigua capital de Japón, pero era la primera vez que visitaba este lugar. Mi primo me dijo que no era un lugar muy conocido y que era la primera vez que el también recorría este templo. Salimos del lugar y tomamos las bicicletas para seguir con el recorrido, sin embargo visitar **Komyoji fue la experiencia mas bella del día.
El sol ya salió, y se siente un calor
espeso en el ambiente, y el mar se extendía al lado de la carretera. Mientras
pedaleaba tratando de alcanzar a mi primo que iba mucho mas rápido que yo, mi
cabeza no podía dejar de mirar la belleza de aquella mañana.
No soy de las personas a las que se le
puede llamar madrugador, al contrario, soy esclavo de la almohada, me gusta
dormir, lo disfruto, pero mi primo había prometido llevarme a pasear en
bicicleta y sacrifique la cama por algunas horas.
Después de 10 km por fin llegamos a nuestro primer destino. Estábamos entrando a Kamakura, todo se veía bastante tranquilo puesto que aun era temprano. Nos detuvimos frente a lo que parecía una entrada. Atravesamos la imponente construcción de madera y entramos a una especie de plaza donde al fondo se erigía otro edificio con un gran techo. Para entrar al edificio nos quitamos los zapatos, para pisar el suelo cubierto por *tatami. La luz del interior era tenue, casi toda provenía del exterior, y se sentía una especie de paz. Al fondo de la gran sala a la que habíamos ingresado, se divisaba la escultura de un buda sentado sobre una flor de loto.
Salimos del edificio por la parte lateral
para encontrarnos con un pasillo exterior, del lado derecho apareció un hermoso
estanque cubierto de vegetación. Lo que mis ojos percibían en ese momento era
algo único. A pesar de que el jardín era pequeño, el conjunto de todo era
excelso. Cada elemento parecía haber sido pensado con cuidado, para crear una
composición perfecta entre lo natural y lo construido. Al fondo del estanque
aparecía otro edificio, pero este estaba un poco elevado, alrededor corría un
pasillo que rodeaba el jardín.
Era la tercera vez que visitaba Kamakura, antigua capital de Japón, pero era la primera vez que visitaba este lugar. Mi primo me dijo que no era un lugar muy conocido y que era la primera vez que el también recorría este templo. Salimos del lugar y tomamos las bicicletas para seguir con el recorrido, sin embargo visitar **Komyoji fue la experiencia mas bella del día.
*tatami:tipo
de alfombra tradicionalmente hecho de paja, los tatami se fabrican en la medida
estándar de 90cm x 180cm, por lo que las habitaciones japonesas se diseñaban
con respecto a estas medidas.
**Komyoji:
nombre de un templo en Kamakura
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